En los últimos años como mínimo, al menos desde que yo asisto, Filmax ha estado fuertemente ligado al festival de cine de Sitges. Ya sea por producciones puramente nacionales o
colaboraciones internacionales con vis de exportación (La monja, El Maquinista, Bloodline (un saludo al
tempófago, que participó en los Story Boards, etc...) o simplemente como método promocional de
films que ellos distribuirán (El Perfume, Aeon Flux, Siete Espadas, etc...) en nuestro país como esos cartelazos enormes de próximos estrenos Filmax Presenta, o las sesiones homónimas más orientadas a vender a otros países que a informar a los foráneos. La otra aportación de Filmax al festival se encuadra en el género de la
animación, y en esta ocasión la representante es Gisaku (
Trailers).
Antes de nada diré una cosa. Yo me reí cosa mala durante la película, pero porque tengo un sentido del humor muy ácido y a veces un tanto oscuro y/o cabroncete. Si tenéis edad de consumir alcohol, esta es una película ideal para ver con una copa de más y con un grupo de amigos de alocadas ideas para despotricar a gusto por el gusto de despotricar y reirse haciendolo.
Y ahora, parafraseando a Terra.es: "
"Gisaku" fue la ganadora del concurso de ideas que convocó la Sociedad Estatal para Exposiciones
Internacionales (SEEI) con el fin de realizar una película de animación que representara a España en la Expo 2005 de Aichi (Japón).
El proyecto ganador, liderado por Filmax Animation al frente de la mayoría de las mejores productoras españolas de animación, parte de una historia común entre España y Japón: "la llegada en el siglo XVII de una misión japonesa que atravesó el Pacífico, recaló en Nueva España (México) y llegó a España", ha explicado el director.
La película, realizada en veinte meses, "la mitad de lo habitual", remarca Pedrosa, ha contado con unas doscientas personas, en su mayoría de España."
De esto recalcaré varias cosas:
1) Se nota que está hecha en la mitad de tiempo de lo habitual. O eso o es porque es española, no lo se. El caso es que le pasa parecido a FF VII, los escenarios están dibujados con esmero y los personajes, con la excusa del estilo 'anime' (lo cual me parece una soberana chorrada) están diseñados más minimalistamente, aunque siguen
manteniendo un cierto estilo de animación tradicional. El resultado visual es que los personajes desentonan con los escenarios y que de vez en cuando cuelan algún elemento típico de la animación japonesa como esos split screens llenos de rayas cinéticas o los efectos clásicos del Kamehame.
2) La historia común entre España y Japón es entre cutrilla, clásica y evidente, aunque para una película de dibujos animados, tampoco está mal. Eso sí, los personajes excesivamente estereotipados no los podemos evitar.
3) Según el propio Pedrosa, la película se ha estrenado con mucho éxito en Japón, lo cual puede hacernos levantar una ceja inquisitiva, pero si tenemos en cuenta lo que viene en el punto 4 y la afición nipona por la cultura española puede no ser tan extraño.
4) "...
una película de animación que representara a España en la Expo 2005 de Aichi ". Esta frase es altamente representativa de lo que encontramos en este largometraje, una sucesión de cameos culturales 'typically spanish' entre los que encontramos: El Quijote, Cervantes, El Cid, La película del Cid (
product placement de Filmax), el AVE, Sevilla, la gastronomía española, la dieta
mediterránea, el jamón serrano, la tortilla de patatas, Galicia, Doñana, El Guggenheim, San Sebastián, Navarra, Madrid, los obsoletos carteles de Madrid 2012 (buenérrimo), Barcelona, el Parque Güell, la Plaza Cataluña, la Sagrada Família (con el viejo que vive arriba del todo y que habla con al voz de Yoda ¿?¿?¿?), etc... Un desparrame de
product placement de España ("el paraiso de los parques naturales" ¿?¿?¿?) que no se olvida de promover los valores clásicos de valor, imaginación, inteligencia, ecologismo, etc... mostrando siempre ese aspecto innovador, tecnológico a la par que tradicional y comprometido que es España.
En fin, un bonito mural sobre lo bonito que es nuestro país en la superficie y en la imágen que exporta, bien distinto a cómo es realmente. Pero ya sabíamos que esto iba a ser como ir a clase, donde cada dos por tres tendríamos un guiño didáctico del profesor y que nos mostraría todo lo bueno que tenemos en este país y nada de lo malo.
