SITGES 2005 - PELI - Somne

Goya Toledo es la Dra. De Novi, una neuróloga que tras el suicidio de una antigua amiga se encargará de seguir ella con su proyecto, un sistema para volcar información desde un ordenador al cerebro de un mono. Cuando llega a la isla donde se lleva a cabo la investigación (donde había estado en la universidad) empezará a tener visiones, pesadillas y sensaciones inquietantes

Esta película filmada en Galícia por el director de Fausto 5.0 podría haber sido la mejor película del cine español en mucho tiempo. La idea argumental es buena y el final hace que suba la calidad del argumento. Entonces, ¿cual es el problema? El problema es que los actores, incluido Oscar Jaenada, tan loado por Noviembre y creando expectación por Camarón, nos muestran un claro ejemplo de cómo no se debe actuar. El nivel de interpretación dramática de esta película está por los suelos, pero no toda la culpa es de los actores, porque realmente los diálogos son patéticos. Algunas de las situaciones de la película, presuntamente serias, resultan por este motivo risibles, y no es una opinión subjetiva, en más de 3 ocasiones se oyeron carcajadas en diferentes puntos de la sala. Y el punto clave de la película, el detalle que le da sentido a todo, es realmente poco creíble, desmesuradamente cogido con pinzas. Vamos, que alguien hizo un buen trabajo montando el esqueleto de la historia y luego vino el que rellenaba y moldeaba y lo hizo con el culo. Pero claro, a los productores les vendes el esqueleto y bien, les dices Goya Toledo y está buenísima, les das más nombres más o menos conocidos y les parece la mejor idea del mundo y al final te dan un montón de pasta que te gastas en unos efectos especiales realmente correctos e incluso de alta calidad algunos, en tener unos excelentes profesionales que le dan a las imágenes una gran calidad en iluminación, diseño, etc... pero que no son capaces de salvar algo que por las maneras de hacer resulta insalvable, ni tan solo por ese final que al final lo único que consigue es distraer la atención del espectador para que no piense en el bodrio que se acaba de tragar.

Estoy muy tentado de contaros el final para que no vayáis a verla, pero no lo haré. Confío en que tendréis suficiente criterio como para alejaros de esta película. Y es una verdadera lástima, porque como dije antes, esta tenía que haber sido la película española que abriera camino para salir de la mediocridad a la que nos tienen acostumbrados hoy en día.