SITGES 2005 - PELI - The Piano Tuner of EarthQuakes

Los supuestamente conocidos Hermanos Quay presentan bajo el arropo de Terry Gilliam una onírica historia acerca de una prima donna en el top de la ópera que es asesinada en escena por el Dr. Emmanuel Droz para ser llevada a una remota y perdida isla donde este malvado hombre la resucita. Los planes de Droz son recrear mediante 6 complejos autómatas (o escenarios autómatas) una historia en la que ella pueda ser la voz cantante única y exclusivamente para él en una representación final (sing forever in my cage). Pero para ello, necesita los conocimientos de mecánica de Felisberto, el Afinador de Pianos de los Terremotos, venido de Portugal y con un extraño parecido a Adolfo, el prometido de la abducida cantante Malvina. La historia en sí no tiene mucho más, como era de esperar Felisberto se enamora de esa voz que lo llama todas las noches y los sueños que tiene son cada vez más extraños hasta que comprende que debe liberar a la joven de los planes del pérfido Droz. Lo de los terremotos no deja de ser una simple anécdota, algo comentado en la película con más misticismo que interés argumental. Así pues, el único punto fuerte de la película es su aspecto visual, con unos acabados grisáceos que otorgan un aspecto de ensoñación amplificado por el minimalismo de los escenarios. Y aún así, la historia se alarga hasta el punto de aburrir si no logras sumergirte al 100% completamente en ella desde el principio, dejándote atrás irremisiblemente. Ayudan al hecho de desconcentrar (desconcertar) que varios de los personajes están interpretados por actores españoles con un marcado acento a la hora de actuar en lengua sajona, sobretodo el acento de Felisberto, el protagonista, cuyo tono de voz me era extremadamente familiar y me costaba creer que el actor que veía en pantalla era el mismo que el de Bernardo, el panoli de Camera Café interpretado por César Sarachu.