SITGES 2005 - PELI - Yokai Daisenso (aka The Great Yokai War) - Takashi Miike

Miike again, pero esta vez, y pese a un amago en la primera escena, muy comedido. La presencia del chico protagonista que hace una labor realmente loable decanta la trama rápidamente a una mezcla entre La Historia Interminable versión folklore japonés y por parte de los 'buenos' y un 3D al estilo stop motion para el bando de los 'malos' en un estilo cómico e infantil con algunos toques buenos como cuando aparece en pantalla el clásico 'Niños, no intentéis hacer esto en casa'. La historia no puede ser más simple, Tadashi es elegido en las fiestas del pueblo como Kirin Ryder, el encargado de mantener la paz en el mundo. Y es justo entonces cuando Lord Kato secundado por la perversa Agi se dedican a secuestrar a los indefensos yokais (Linternas de papel con ojos y lengua, fantasmas tradicionales, mujeres de cuello elástico, una tortuga-pato, cíclopes, damas de la nieve, etc...) para fusionarlos con las máquinas desechadas por el hombre que acumulan ira y venganza y crear una especie de transformers más bien tétricos y amenazantes. Tadashi deberá hacer acopio de valor para ir a la Great Goblin Mountain para conseguir la Great Goblin Sword. Al principio la película empieza bien, luego pierde un poco de fuelle cuando llegan al lugar donde se tiene que decidir todo, se alarga excesivamente el momento previo al clímax, pero cuando llega, es uno de esos finales apoteósicos clásicos de Miike. Al final, todo es una excusa para llegar a esa Yokai War, un enfrentamiento entre el bosque y la industrialización representada por una mastodóntica fortaleza viviente (con chimeneas humeantes incluídas) que amenaza la ciudad de Tokio como si del Overfiend de Urotsukidoji se tratase.

No es de las mejores películas de este director, pero si creciste viendo los duendes japoneses en series como Dragon Ball y Dr. Slump, reconocerás muchos de los yokais presentes. Eso sí, no olvidéis que las judías Azuki son buenas para vosotros.