PELI - Casino Royale

Muchos bytes ya se refieren en distintos términos a la última aportación a la filmografía Bondiana. Incluso se han hecho repasos extensos a toda la saga y a sus carismáticos villanos. No me voy a parar a analizar nuevamente que si es una redefinición de los inicios de 007 o si es mas crudo o mas como en los libros o lo que sea. Voy a hablar de mi experiencia viendo esta película y de algunas impresiones, asi sin mucha estructura ni nada, solo escupiendo ideas sobre el teclado.

-Parcours: como deporte, es espectacular que un ser humano pueda hacer esas cosas. Hasta que nació esta modalidad de carrera de obstáculos, solo Jackie Chan nos había deleitado con semejantes acrobacias, y su estatus de semi-dios desmoralizaba al resto de los mortales con ganas de hacer el saltimbanqui por ahí. El 'parcours' ha demostrado que con una buena alimentación y mucho tiempo libre que dedicarle al asunto, gente de la calle puede ponerse a la altura del maestro. Pero el problema que tengo no es con el deporte en si, sino con el uso y el abuso que desde la horrorosa película Yamakasi el cine francés ha hecho de estas carreras y saltos, y que ahora se esta extendiendo al cine americano, le he cogido una tirria de nivel 3. Al menos, nuestro amigo Bond hace gala de sus limitaciones físicas.

-Poker Texas Hold'em: Una importante parte de la película transcurre a lo largo de una partida de esta modalidad de Poker que se ha puesto enormemente de moda en los últimos tiempos y que he tenido ocasión de aprender hace unos pocos meses. La verdad es que es una modalidad interesante puesto que las manos suelen estar mucho mas igualadas y entra mucho mas en juego el factor del farol, puesto que no solo una parte de las cartas están al descubierto, sino que además se comparten con el resto de jugadores.

-Carácter: Este nuevo Bond se ha adaptado a los nuevos tiempos, peor que quiere decir eso? Pues básicamente yo lo entiendo como que en los últimos 5 años, la imagen del espía/agente de la inteligencia del gobierno ha pasado de ser la del impoluto Pierce Brosnan a la del oscuro y atormentado Jack Bauer. Así pues, el nuevo James, si bien continua moviendose en un nivel distinto de poder adquisitivo y se codea con el glamour de los casinos europeos y demás, cuando llega la hora de quitarse el disfraz y demostrar porqué se ha ganado los dos 0's, se vuelve muy Sutherlandiano.

-Actor: Se critico mucho la elección de Daniel Creig. Es cierto que físicamente se hace extraño verle como Bond, pero hay que reconocer que como actor su personalidad se impone ante el físico y sale muy bien parado.

-Acción: La cantidad de 'gadgets' que se pueden inventar para mister Bond puede llegar a un limite determinado antes de cruzar la barrera en la que no nos salvaría ni la suspensión de la incredulidad. El 'nuevo' Bond, pues, deja ese apartado un poco de lado y apuesta mucho mas por el contacto físico, aunque en un estilo muy John McClane en el que si bien James es el que acaba saliendo caminando de las peleas, no son pocas las ocasiones en las que el contacto se produce entre los puños/botas/arma_contundente del malo de turno y el estomago/rostro/lo_que_no_suena del espía británico.

En definitiva, puedo decir que he disfrutado de la nueva entrega de Bond al que no puedo decir que sea peor pero tampoco voy a decir que es mejor que los otros; simplemente es diferente y, como es habitual con James, se hace valer por meritos propios.