PELI - Shutter

Banjong Pisanthanakun y Parkpoom Wongpoom. ¿Cómo se os queda el cuerpo después de pronunciar estos nombres?¿Habéis intentado leerlos en voz alta, o los habéis saltado directamente dejando que vuestro cerebro asimile una imagen global para reconocerlos, más o menos, más adelante? Bueno, sea como fuere, estos dos tipos son los guionistas y directores de Shutter, lo último que nos ha llegado del terror oriental, más precisamente Thailandés.

Como no puede ser de otra manera, os recomiendo que si vais a verla lo hagáis en versión original, pero si aún así preferís ir a verla en castellano, os encontraréis con que Jane, la protagonista femenina, habla con la voz de Nuria Trifol, a quien puede que conozcáis por ser la dobladora de Jennifer Garner en Alias y varias de sus películas. Pero si estáis aquí no es solo para saber quien dobla a quién, sino para saber si hay que ir a verla o no. O para despotricar de ella o alabarla si ya la habéis visto. Así que vamos al tajo.

Shutter es una cinta de terror oriental, así que indefectiblemente tendremos a esa inquietante chica de pelo negro, largo y liso que atormentará a los protagonistas que deberán correr de un lado a otro sufriendo las apariciones fantasmales mientras intentan resolver el misterio de porqué el espíritu de esta moza no encuentra descanso. Este es el patrón básico de lo que se entiende hoy en día por 'cine de terror - subgénero de fantasmas'. Nada original, pero como es facil de mantener la coherencia interna en estas historias, pues 'tirapalante'. Si en otras ocasiones lo que nos revela al fantasma eran cintas de vídeo, apariciones en casas encantadas, llamadas telefónicas, etc... en esta ocasión nos encontramos con un tema sacado directamente de los archivos de Iker Jiménez; las apariciones fantasmales en las fotografías. Bueno, no he visto muchas películas acerca de este tema, y dentro de lo que es el género J-Horror, es de las primeras veces que no es un tema inventado, sino que hay gente que ya es un misterio de lo paranormal oficialmente estudiado y, ejem, documentado, así que en ese sentido es, quizás, más inquietante que otros, no por real, sino por cercano a nuestro haber subcultural. Decía pues, que esta vez lo que vemos son destellos, sombras y caras insinuadas en fotografías, que bien podrían ser sobreexposiciones o efectos fotográficos indeseados, pero que cuando empiezan a repetirse y la cámara ya no está en garantía, empiezan a tocar un poco la moral, sobretodo si has hecho algo horrible, como estar implicado en la muerte de una inquietante chica de pelo negro, largo y liso susceptible de atormentarte desde el más allá.

Bueno, ya hemos visto que de originalidad, la película se llevaría entre un 5% y un 10% a lo sumo. Entonces, ¿porqué deebríamos ir a verla? Pues porque aún siendo poco original, es efectiva. La cámara oscura donde se revelan las fotos, con esa luz roja, el sonido del flash al cargarse, un correcto uso del sonido y un 'no abuso' de mostrarnos a la chica en plan Ringu, crean una atmósfera muy tensa. Además, la historia no se está por tonterías, va un poco a por el tema, aunque en el proceso se salte alguna conversación en la que deciden que van a ir a tal o tal otro sitio, lo cual, sinceramente, ya me está bien. Tenemos la ración justa e imprescindible de flashback, pesadillas, sustos de imágen y sonido repentinos que, aleatoriamente combinados con los momentos de tensión creados por la música y las imágenes, pueden desbocar el corazón de más de uno, explicaciones reveladoras al final donde nos vuelven a pasar imágenes de la película, etc... Lo de siempre, vamos, pero hecho con suficiente calidad como para atraer a cualquiera que esté deseoso de pasar esa buena hora y media de tensión en una sala oscura y con aire acondicionado.