viernes, noviembre 25, 2005

PELI - Harry Potter 1 - y la Piedra Filosofal


Harry Potter y la Piedra Filosofal es el primero de la saga de J. K. Rowling que llegó a las pantallas de los cines a la par que la Obra Magna de Peter Jackson. A estas alturas pocos deben de ser los que no hayan leído alguno de los libros de este joven mago, menos los que no hayan visto alguna de sus películas y menos todavía los que no sepan de lo que estoy hablando, así que me ahorraré explicaciones repetitivas y supérfluas.

En esta primer película asisitimos inicialmente a una reunión secreta entre Albus Dumbledore, Minerva McGonagall y Rubeus Hagrid en la que dejan un pequeño bebé con una cicatriz en forma de rayo en la frente a cargo en el portal de una casa con una nota. El bebé crece en un entorno familiar infernal; sus tíos son odiosamente mezquinos con él, guardándole un rencor desmesurado e irracional que desemboca en que el hijo de estos, el primo de Harry, se convierta en un asqueroso niño mimado que demuestra un desprecio absoluto por el protagonista de este libo. Tras un incidente con una avalancha de cartas, Hagrid se presenta ante Harry con importantes revelaciones acerca de su pasado. Si Harry es huérfano no es porque sus padres hubieran muerto en un accidente de coche, sino que eran magos, y murieron a manos de Voldemort, uno de los magos más poderosos a la par que malignos de los últimos tiempos. Y Harry misteriosamente sobrevivió, y por eso se le considera uno de los magos con más potencial de los últimos tiempos, así que deberá acudir a la escuela Hogwarts de magia y hechicería para formarse como tal. Harry empieza entonces a descubrir todo un mundo mágico que estaba delante de sus mismísimas narices, compartiendo espacio con el Londres que todos conocemos, pero oculto a la vista de los muggles, los no-mágicos. En el viaje en tren hasta el castillo donde pasará los próximos cursos conoce a Ron Weasley y Hermione Granger, dos estudiantes también novatos que le acompañaran por los tiempos de los tiempos, ayudándole, y a quienes arrastrará a todos los líos en los que se meta.

A destacar de esta primera aventura; que Harry y sus dos amigos entran en la casa de Gryffindor (hay otras tres, Slytherin, Ravenclaw y Hufflepuff), que el niño más repelente de su quinta, Draco Malfoy, se declara instantáneamente como enemigo suyo y entra en Slytherin, que Harry se convierte en el buscador del equipo de Quidditch de su casa, siendo uno de los más jóvenes de la historia y que alguien anda tras la Piedra Filosofal. Los tres mosqueteros intentarán llegar antes que el ladrón y para ello tendrán que superar varias pruebas en las que demostrarán su valía en diferentes ámbitos; Hermione demostrará que atender en clase, ser una empollona y mantener la calma pueden ayudarte a salvar la vida de tus amigos. Harry nos enseñará que efectivamente ha aprendido a manejarse muy bien volando en escoba. Y Ron sacará provecho de todas esas horas jugando al ajedrez y hará gala de un gran valor sacrificándose por sus amigos. Al final del camino, Harry se encontrará cara a cara con Voldemort, el malvado mago que no consiguió matarle 11 años atrás y que, prácticamente moribundo, ansía la Piedra Filosofal para recuperar su vitalidad y su poder.

En este primer curso, hemos tomado contacto con muchos elementos nuevos, nos empezamos a familiarizar con un deporte aparentemente sin sentido, el castillo de Hogwarts que se erige como perpétuo escenario de las aventuras de Harry, profesores, jerarquías, organización de la escuela por casas, etc... Mucha información, desde luego, que tiene que servir como trasfondo para hacer creíble los acontecimientos que se narran. Pero no olvidemos que aquí los protagonistas tienen apenas 11 años y esto hace que el tono de la historia esté marcado por un acentuado carácter familiar en el que las tensiones y elementos atemorizantes han sido ajustados para el nivel de emociones tolerable por la gente menuda. Y es por eso que al final de curso, cuando se entrega el trofeo a la casa con más puntos, Dumbledore se marca un tongo del mil al ir subiendo indiscriminadamente los puntos de Gryffndor después de que Slytherin haya ganado la competición.

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1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Madre mía, qué recuerdos me trae a mí esta película...

Richard Harris siempre será Dumbledore: su muerte fue un palo muy grande para la serie. Gambon también es un gran actor, pero Harris (aunque actuaba con el piloto automático) le daba una presencia a Dumbledore muy difícil de explicar.

10:27 a. m.  

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