sábado, octubre 01, 2005

PELI - Ichi the Killer - de Takashi Miike


Miike es un director que no gustará a todos. Se le ha tildado como ‘el nuevo enfant terrible del cine japonés’ y es porque es un director tan fuera de los estándares que su estatus está a caballo entre un genial director visionario y un mísero aficionado que hace películas sin ningún tipo de profesionalidad. No suele haber término medio cuando se trata de apreciar a este director, y eso, quieras que no, es una seña de identidad bastante interesante hoy en día. A mi, personalmente, me encanta el trabajo de este hombre, porque ver una película suya siempre es, para bien o para mal (o para mejor) toda una experiencia. Hoy trataremos la que se considera hasta hoy su película más violenta, o ultraviolenta si se desea, y que fue la que dio el pistoletazo de salida a las hordas de aficionados europeos que empezaron a devorar los anteriores trabajos de este particular director. Antes de abrir los links, sabed que en algunos encontraréis sangre y/o cosas desagradables.

La Película:
Las Yakuzas, las mafias japonesas, están divididas en grupos o bandas, que controlan diferentes barrios, negocios, locales, etc. Cada banda tiene su jefe y una especie de cúpula directiva, pero todas están supeditadas a un ‘sindicato’ que hace posible la coexistencia relativamente pacífica de todas ellas.
Un peculiar y misterioso asesino, Ichi (uno en japonés, de allí el 1 de su traje) se carga al jefe Anjo, el dirigente de una de estas bandas, y un grupo de limpieza borra todos los rastros de este asesinato. Ante la súbita desaparición de este jefe junto con una prostituta de 17 años y un buen montón de dinero, los miembros del sindicato especulan con que se ha fugado, pero Kakihara (Tadanobu Asano), la mano derecha de Anjo, se niega a admitir que su superior haría algo así y está convencido de que lo han secuestrado. Encontrarlo se convierte en su único objetivo y para ello no dudará en torturar, mutilar y matar a quien se interponga en su camino. Mientras, un viejo (le llaman Jijí, que en japonés es un término para referirse a un hombre mayor) parece estar metido en todos los fregados, confundiendo a unos y manipulando a otros.

El Director:
Miike tiene una manera de rodar que se puede calificar de vertiginosa. Según sus propias palabras, durante sus cortísimos rodajes (este duró 1 mes, pero los ha tenido de más cortos) todo el equipo pierde horas de descanso, pero trabajan con muchas ganas ya que él no es un director que quiera controlarlo todo, deja rienda suelta a los actores para improvisar, deja que los compositores interpreten las imágenes y las transformen en la música que les sugieren antes de comentarles en qué había pensado, dice qué es lo que quiere conseguir en las escenas y deja rienda suelta a su equipo para que lo consigan como crean conveniente; en definitiva, él tiene claro qué es lo que quiere y el efecto que quiere transmitir, lo explica en detalle y marca metas a su equipo para que trabajen con libertad creativa hacia un objetivo. Y creo que esa libertad es la que hace que los que trabajan con él quieran dar lo máximo de sí mismos. Premiados directores como Shinya Tsukamoto no dudan en ponerse a sus órdenes y a comentar de él que no parece trabajar como un profesional, sino como alguien que tiene un hobby, pero un hobby que le apasiona. Quizás este es el secreto de sus películas.

Los Personajes:
Principalmente podemos hablar de 2 personajes que son los que llevan todo el peso de la acción, aunque algunos como Jijí, que podrían parecer secundarios tienen en la trama más importancia de la que pudiera parecer.
Por un lado tenemos a Ichi, el implacable asesino con afiladas cuchillas en los talones de sus botas. Un tipo que ya desde el primer momento se nos presenta como un personaje contradictorio; ¿Cómo puede ser un asesino tan terrible este chico tímido, acomplejado y con aires de autista?
En la esquina opuesta, tenemos a Kakihara, rubio, con la cara rajada y marcada, lleno de piercings. Es un personaje que lleva el término del sado-maso hasta el extremo. Existe en él una dicotomía entre su imperante y exigente parte masoquista que, ante la frustración de no encontrar a alguien que le produzca el placer que necesita, se exterioriza en el sadismo más salvaje a modo de ejemplo de lo que busca. Este vacío interior empieza a cobrar expectativas con los rumores acerca del salvajismo de Ichi, de quien espera un enfrentamiento digno que le haga sufrir como nunca.

La Violencia:
En esta adaptación del manga homónimo, la violencia está presente de una manera mucho más cruda y realista (muy realista), y no se ha escatimado en vísceras de animales para recrear las escenas más sanguinarias. Pero está rodada de un modo muy estilístico e incluso, según palabras de Alien Sun (una de las actrices con más peso en el film), con buen gusto. Y lo que en un principio podría considerarse excesivo, contextualizado (y gracias a las excelentes actuaciones) las escenas adquiere ese tono de cómic llegando incluso a parecer hilarantes.

Conclusión:
Una película con más trasfondo del que pudiera parecer a priori si escarbamos un poco debajo de esa capa de sangre coagulada, con una banda sonora increíblemente adecuada, unas actuaciones soberbias, en especial la del polivalente Asano, y uno de esos finales a priori incomprensibles que tanto le gustan a Miike, aunque no diremos que es una de esas películas de final sorpresa, sino que una vez ‘acabado’ el argumento, muestra algo que confunde al espectador. Muy recomendable si crees tener estómago suficiente para sobrellevarla y totalmente prohibida a los que temen las agujas del médico o se marean con 4 gotas de sangre.

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4 Comments:

Blogger Hombre Lobo said...

Creo que una vez te comenté lo que me pasaba con Miike. Todavía no estoy seguro, pero imagino que mi problema con él es la falta de "cerebralidad" que suelo ver en sus películas. Es decir, mi problema es esa sensación que me deja al final, la sensación de que si bien he presenciado una obra sumamente visceral (literalmente) no le encuentro algo que le de cohesion, coherencia, aunque sea dentro de sí misma.

Sin embargo, creo que todo depende de qué postura tenga uno como crítico. Hay críticos que valoran más la suma de las partes que el todo, e incluso una película que en general no sea muy buena puede salvarse si tiene "momentos" que la salvan. A mi no me pasa eso, siempre he sentido una mayor atracción por el todo que por la suma de las partes. Pienso que "Ichi", al igual que "Audition", es una sucesión de partes muy buenas, pero a la hora de juzgar el todo se queda corta. Yo veo la obra (sea literaria o cinematográfica) como una unidad, y como tal espero que el conjunto sea bueno.

Con Miike ciertamente no me pasa eso.

3:48 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

He visto menos películas de Miike de las que me gustaría, pero creo que esta es la mejor de todas (quizá junto con "Dead or Alive"). De todos modos, entiendo perfectamente lo que dice Hombre Lobo: es posible que lo suyo sea un cine de momentos, y sus películas más recientes lo están demostrando.

4:40 p. m.  
Blogger Unknown said...

Ostras, pues yo no lo veo así... creo que esa falta de coherencia (que tampoco lo es tanto en muchos casos) no es más que una plasmación de lo extremista que puede llegar a ser la sociedad japonesa en cuestiones supuestamente tradicionales.

SPOILERS - Por ejemplo en Ichi yo veo un terrible drama, el del propio Ichi, obligado a hacer algo que detesta por el viejo Jijí, traumatizado por algo tan real en el mundo y en especial en Japón, por el 'bullying'. El personaje de Kakihara también me parece un reflejo de los jovenes japoneses de ahora, desencantados con la sociedad hasta el punto de no importarles nada sin perspectivas de futuro. Él encuentra lo único que le motiva en esa relación masoquista que tenía con su jefe y cuando lo pierde se niega a aceptarlo. Busca lo único que le llena y cuando encuentra algo que lo peuda suplir lo persigue con muchas expectativas que según la interpretación del final se ven defraudadas.

La llamada perdida, por ejemplo, la veo como un popurri de todos los clichés del nuevo J-Horror, y eso es lo que refleja en esta, la expectativa y la credulidad que esta clase de historias infieren al pueblo japonés, llevando la máxima expresión en el show televisivo que montan (recordemos el vídeo de unas colegialas japonesas a las que proyectan Ringu y les hacen aparecer de debajo de la mesa una Sadako).

Incluso en IZO intuí mensajes acerca de la tozudez humana que se enfrentará a todo y a todos antes de aceptar su error, la no aceptación del destino, el luchar-caerse-volverse a levantar-seguir luchando, etc...

Quizás veo más de lo que hay, quizás no. Lo que sí que se es que ninguna película de este hombre (excepto DoA: Final) de las que he visto me ha dejado indiferente y han resultado una experiencia que merecía la pena, e incluso tras muchas de ellas he podido dedicar unos minutos al menos a reflexionar sobre algo, lo cual es más de lo que se puede decir de muchas.

7:52 p. m.  
Blogger kuroi yume said...

Estoy absolutamente de acuerdo con sus ideas sobre el cine de Miike, aunque yo sí que vi algo interesantísimo en DoA: Final.

En Yokohama actualmente hay una densidad de población de origen chino abrumadora. Tanto que (si la ha visto en V.O) la mayoría de la película está rodada en chino y en inglés (cuando se habla con los personajes japos). Es un poco una crítica de la cerrazón japonesa. Todos los inmigarntes hablan varios idiomas menos ellos (sólo hay que ver la V.O. de "City of Lost Souls" para ver a la comunidad brasileña de Tokyo hablando japonés!!!). En sus pelis de Yakuzas y Tríadas siempre trata el problema de la inmigración, pero en "Final", "predice" un futuro casi sin japoneses.

Siento soltar estas parrafadas en posts tan antiguos, pero es que he llegado algo tarde a su web...
Sorry.

10:17 a. m.  

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