PELI - Saw

En Seven, un asesino mataba a sus víctimas según los pecados capitales que dominaban sus vidas. Aquí las motivaciones no son tan bíblicas pero quizás se asemejan en lo aleccionadoras que pretenden ser. La película empieza con dos hombres encadenados en diferentes rincones de un cochambroso baño abandonado. Están completamente aislados del mundo exterior y sólo comparten celda con un cadáver en medio de la habitación. Encuentran unas cintas de audio dirigidas a cada uno de ellos diciéndole a uno que sobreviva y escape y al otro que para salvar a su familia debe matar al otro antes de una hora límite. A partir de aquí va pasando el tiempo y se van sucediendo una serie de flashbacks en los que se presentan actuaciones previas (realmente retorcidas, cabe decir) de este asesino que los ha encerrado aquí, mientras que los dos prisioneros se van conociendo el uno al otro aunando sus esfuerzos por escapar al principio y poco a poco dudando de las mentiras del otro mientras crece la desesperación. A sí, evidentemente el criminal les deja una opción para salir de allí y salverse, pero el precio a pagar siempre es elevado, y en este caso la llave es una sierra, insuficiente para cortar las gruesas cadenas, pero no para serrar un hueso.

Bueno, pues la verdad es que no está nada mal, el planteamiento es original dentro de lo que cabe, el asesino es realmente macabro y retorcido, que es lo que se espera de estas películas y la ambientación está conseguida. Y bueno, el final es de los buenos. Así que si he de deciros la verdad, esperaré a la segunda parte y posiblemente la vaya a ver al cine.