viernes, junio 24, 2005

PELI - Cabin Fever


5 amigos, fumetas todos, han acabado las clases y se van a pasar una semana a una cabañita en medio de un bosque. Dos de ellos que son pareja, tienen la intención de dedicar su tiempo a mejorar sus artes amatorias (El 'guaperas' capullo y la buenorra narcisista). Otro, viene con la intención de confesarle su amor a su amiga de la infancia, que por algunos comentarios no parece muy dispuesta a abandonar su vida de libertinaje y promiscuidad (El chico bien y la chica dulce y guapa que 'ha visto mundo'). El último piensa dedicar su tiempo libre a beber cerveza, fumar y matar ardillas con su rifle de aire comprimido (El graciosete irresponsable e inmaduro). Ya tenemos a todos los pasajeros subidos al barco.

Como en todo buen crucero que se precie, compondrán el resto de la tripulación una serie de esperpénticos personajes, desde el poli fiestero hasta el niño borderline karateka aficionado a pegarle bocados a la gente. Lo metes todo en una coctelera con un vagabundo que transmite una enfermedad altamente contagiosa que provoca sangrantes yagas por toda la piel hasta matarte, agitamos bien y sale Cabin Fever, una película que causó sensación hace unos 3 años por suponer la vuelta del cine de terror a sus aclamados orígenes. Pocos medios, recursos cinematográficos efectistas y usados con mesura y una trama que se desarrolla montada sobre la creciente histeria del grupo ante la angustiosa idea de ser infectados son las características principales de una película que, aparte de un cambio de aires en el género que se agradece, no ofrece nada nuevo. Es como un ventilador que remueve el aire caliente y cargado enviándote una refrescante ráfaga que no deja de ser el mismo aire de antes pero que sienta bien. El director, Eli Roth, muestra referencias a clásicos y uso de tópicos del cine de terror, cogiendo lo mejor de muchas películas y combinándolo con buen criterio, sabiendolo aprovechar como recurso más que como plagio.

Etiquetas: